domingo, 27 de diciembre de 2015

La Gran Manzana.

Nueva York, 17.12.2015.- Cada viaje que emprendemos, es una pregunta que nos hacemos, es una forma de interrogarnos sobre la persona que seremos después de eso, al menos, esa es mi particular forma de vivir los viajes.

Luego de haber postergado, por más de nueve años mi viaje a la ciudad de Nueva York, decidí llevarlo a cabo, como ya es normal en mi, las semanas previas al viaje, fui víctima de toda clase de achaques hipocondriacos, náuseas, nerviosismo, insomnio etc.

Sin embargo, la excitación por la aventura es mayor y la confianza en la idea de que la experiencia suele ser mejor a cualquier expectativa imaginada, me ayudó a superar la incertidumbre, causada por lo intimidante que me parecía esta ciudad.

De todas las ciudades de Estados Unidos, Nueva York, tiene para mí una importancia particular, es la capital contemporánea del capitalismo global, culturalmente es una moderna Babel, por sus calles deambulan personas de una pluralidad de nacionalidades, lo que crea un murmullo de fondo indiscernible, compuesto por todo clase de idiomas.

                                                   Los Museos.

Nueva York, goza de una vasta red de museos y galerías de arte, que no es posible recorre a conciencia en una sola vida, en su defecto, gozando de mi estatuto de turista, me dedique a recorrer solo algunos que para mí tenían un interés particular, intentando robar con la mirada un poco de su  belleza y establecer de forma figurada, un vínculo, en esta caso visual, que me permitiera de manera imaginaria volverme parte de su historia.

De los tres museos que pude visitar, Museo de Arte Moderno (Moma), Museo de Arte Natural y Museo Metropolitano de Nueva York (MET), el Moma, fue del que quede mayormente impresionado.

Su 5º piso, es dedicado a los pintores expresionistas, impresionistas y abstractos, por sus paredes  cuelgan pintores como Gauguin, Van Gogh, Monet, Cezanne, Modigliani, Matisse, Rothko, Seurat, Chagall.

Así como pintores de una de las dos ramas en las que se dividió el movimiento expresionista Alemán de la primera mitad del siglo XX, Kandisky, en un primer momento y Max Ernst, miembros del movimiento, Der Blaue Ritter, resultando el conjunto de las obras expuestas en su 5º piso, de tal riqueza y variedad, que no recuerdo con facilidad haber observado en el Louvre de París o Bode de Berlín.

Tres  obras de la sala ubicada en el 5º piso, sin embargo, son en mi opinión imprescindibles visitar, La Señoritas de Avignon de Picasso, La Persistencia del Tiempo de Salvador Dalí y Noche Estrellada de Van Gogh.

Posteriormente descendí al piso 2, a la sala dedicada al Arte Contemporáneo, donde la obra de Jackson Pollock, se exhibe, a la cual el MOMA, destina regiones enteras, y no podía ser de otra manera, Pollock representa la ruptura del arte comprometido con alguna ideología o causa, flota en el aire sin asirse a ningún discurso, a diferencia de las corrientes pictóricas anteriores, la obra de Pollock se ajustó y anticipó a las futuras necesidades ideológicas del mundo occidental después de la Segunda Guerra Mundial, porque si el arte de alto valor, era para consumo exclusivo de las clases adineradas, tenía que ser despojado de cualquier tipo de alusiones incómodas, tanto sociales como morales.

                                            Diego Rivera y John D. Rockefeller.

El Rockefeller Center, monumento del poder de las corporaciones capitalistas, fue escenario de una insospechada disputa ideológica, en 1932, le fue conferido el encargo a Diego Rivera de elaborar un mural que adornará el vestíbulo del imponente Centro Rockefeller, emblema del capitalismo global y símbolo de la confianza en si mismo, como lo atestigua la escultura de Atlas (alegoría al capitalismo) sosteniendo al mundo, enclavada a la ribera de quinta avenida frente a la Iglesia de San Patricio, idea que por cierto, retomaría la escritora Ayn Rand, para titular su obra más sobresaliente y que sería en mi opinión el origen del mito fundador del neoliberalismo.

La encomienda le fue confería a Diego, a expensas del gusto que por su obra tenía la esposa de John D. Rockefeller, quien finalmente cancelaría el proyecto del mural para el centro Rockefeller, ante la negativa del pintor de excluir de la obra, al ex-líder de la Unión Soviética Vladimir Lenin, cuyo rostro figuraba en el mural, que luciría, en la entrada principal de lo que que se pensó, sería la catedral del capitalismo mundial, casi una blasfemia!, cuando menos así lo creyó John Rockefeller jr. Y el mural fue sustituido.

Bajo Manhattan.

Cuando se piensa en las grandes capitales de los países más industrializados y capitalistas del mundo, lo primero que se viene a la mente es el bullicio y hasta cierta frivolidad, pero se olvida, que precisamente en esas ciudades, existen enclaves intelectuales, que se rebelan al discurso y estética dominante.

Es el caso de las  zonas bohemias y de gran actividad artísticas e intelectuales, que se encuentran en el Soho y Greenwich Village, en la zona conocida como el bajo Manhattan, y en las que precisamente por esto, se da, ese característico fenómeno post-modernista, de convertir lo autentico y subversivo en comercial, desde aquí escribo, en uno de los bares emblemáticos de este barrio, sin ganas de irme, pensando que sin duda volvería a Nueva York, donde no todo es tiffanys o 5ª Avenida.

      












domingo, 13 de diciembre de 2015

Quiere Marx quitarme mi Iphone

No obstante que una sociedad igualitaria crea mejores condiciones de vida para todos, hay quienes ven en el establecimiento de un estado igualitario, el final de la civilización.

Establecer condiciones de igualdad social, solo puede ser posible por medio del único ente que trasciende y comprende a la vez, a todos los seres que componen la sociedad: El Estado.

El mecanismo mediante el cual el estado puede hacerse con los recursos para emprender una acción política con el fin de abatir las injusticias sociales, es la recaudación fiscal progresiva, es decir, paga más, quien más gana.

Los recursos así obtenidos se destinan al financiamiento de la educación y salud pública y gratuita, y no sólo a la seguridad pública, como pretenden lo que se oponen a un estado de bienestar social, los neoliberales.

Porque destinar cada vez mayores recursos en seguridad pública, tomando en consideración que los delitos patrimoniales son los de mayor incidencia, terminaría por subsidiar al estrato más alto de la sociedad, al ser el que más tiene que perder.

Huelga decir, que un un entorno de pleno empleo y seguridad social, la tasa de criminalidad suele desplomarse, por el contrario, en un contexto de fragilidad laboral y económica, en escenarios de gran concentración de la riqueza en detrimento de la mayoría de la población tiende a incrementarse.

Tomo por ejemplo de lo anterior a la ciudad de Viena, acostumbrado de que en nuestro país la discusión sobre la seguridad, la dominen temas como el alumbrado público y un incesante, como dispendioso patrullaje, quede sorprendido de la oscuridad en las calles de la capital Austrica y su casi nula presencia policiaca.

No se puede más que concluir--que no podría ser de otra manera--en una ciudad (Viena) donde no existe la segregación social, donde ricos viven junto a trabajadores, porque la pobreza tal y como la conocemos en México no existe, precisamente por eso, porque las condiciones laborales son favorables al trabajador y además existe empleo, la seguridad es un tema resuelto como consecuencia de aquello.

Pese a lo evidente que resulta lo precedente, hay quienes insisten en sostener falsas teorías, otros llegan a responder que la idea de una sociedad justa es buena, incluso deseable, pero es solo eso, una idea, que no es posible poner en práctica en la realidad por sus costos, ya que el mundo “funciona” de otra manera, y todos tenemos que pagar por él, por eso es necesario privatizar todos los bienes y servicios a cargo del estado, lo paradójico es que este realismo y falsa responsabilidad, desaparece cada vez que hablamos de aumentar las tasas impositivas sobre el capital ocioso.

La expresión que se opone al estado de bienestar, esto es, a la educación, salud y servicios públicos gratuitos, como parte de la responsabilidad del estado y por ende a una mayor carga fiscal sobre los que más tienen para financiarlos, como ya mencioné, se llama Neoliberalismo, en el fondo, un conservadurismo, ya que tiende a proteger a los más ricos y coloca en condiciones azarosas a los que menos tienen.

Los neoliberales han explorado toda clase de argumentos con el propósito de justificar su codicia, desde el punto de vista ético, han usado la libertad de todo individuo a ser dueño del producto de su trabajo, en principio, nadie podría estar en desacuerdo con esto, el problema radica en que no todos tienen trabajo y el trabajo de muchos apenas da para garantizar un día de alimentación, por lo cual, no puede existir libertad, si las alternativas de los trabajadores, quedan enteramente en manos de su empleador que puede imponer cualquier tipo de condición.

Otra argumento que acostumbran invocar los neoliberales, es atribuir todo progreso material y tecnológico a la concentración de la riqueza, lo cual no es cierto, porque desconoce la contribución que millones de trabajadores realizaron para tal propósito y porque las condiciones para que la vida empresarial fuera posible sólo se lograron, después de que el estado, es decir, el conjunto de la sociedad, dotará a los emprendedores de las mejores condiciones para su desarrollo, efectuando las inversiones más riesgosas, al respecto Mariana Mazzucato en The Entrepreneurial State: debunking public vs. private sector myths, es contundente demostrando lo anterior.

Matizando, un sistema fiscal progresivo, no tiene porque ser confiscatorio, actúa simplemente en función de un principio muy básico, quienes mayores beneficios obtienen de la sociedad, más deben devolverle a ella.

La dificultad para procesar cualquier idea justicia social y de redistribución material radica en la errada creencia de que todos los bienes presentes y futuros, les pertenecen por entero a los neoliberales, aún aquellos que ni siquiera está en su posibilidad retener legítimamente, como es el caso de los impuestos, de aquí que vean como un robo a su persona, el usar la vía impositiva.

Por esto, hablar de un estado socialista de bienestar en el siglo 21, no involucra la expropiación de los bienes particulares de la mayoría de la población, sino la recuperación del papel del estado en el diseño de un marco jurídico e impositivo igualitario.

sotelo27@me.com





domingo, 8 de noviembre de 2015

La Amabilidad.

Es posible encontrar dentro de las reflexiones de un filósofo pesimista como Schopenhauer, algunas a las que se les conceda un tono diferenciado al acostumbrado, por ejemplo, cuando se ocupa de los animales hacia los cuales tenía en gran aprecio y a ciertas reglas del trato entre los humanos, cuando ya no hay más remedio, a propósito de esto último escribiría: 

"La amabilidad es como una almohadilla, que aunque no tenga nada por dentro, por lo menos amortigua los embates de la vida".

Podremos no estar de acuerdo con Schopenhauer sobre la verdad de la cuádruple raíz del principio de razón suficiente que sustenta su filosofía, pero la verdad de que la amabilidad amortigua los golpes de la vida resulta tan clara y cierta, que pocos se atreverán a negarla.

En mi opinión, Schopenhauer, bajo la influencia de Kant, identifica la amabilidad con la experiencia estética, la cual se caracteriza por ser una finalidad sin fin, lo que provoca un sentimiento de agrado desinteresado.

Al igual que con la contemplación de la belleza, la estructura de las emociones implicadas en la experiencia de la amabilidad es de tal naturaleza, que se es amable, porque ella misma es causa y motivo de la satisfacción que provoca.

En un sentido más amplio y haciendo excepción de los psicópatas, es innegable que no podemos sustraernos de las reacciones que provocan nuestras acciones en nuestros semejantes.

Al respecto, recientes investigaciones científicas corroboran esta afirmación cuando señalan, que existen las llamadas neuronas espejo, que se localizan en la zona parietal inferior de nuestro cerebro, que se activan cuando una persona desarrolla la misma actividad que está observando ejecutar por otro individuo.

No obstante, la falta de reflexión, producto de una vida sumergida en una constante sucesión de eventos, no permite meditar en el significado de lo que hacemos, ni dotar de un sentido de continuidad a nuestras acciones, burlando de esta manera, la evolución de los procesos biológicos que posibilitan la empatía social, con la consecuencia de haber hecho de este mundo, un infierno alimentado con nuestra agresividad.

Nos encontramos en una encrucijada como sociedad, es difícil convencer a alguien de ser amable, cuando se encuentra asediado de problemas sociales y personales, cuando menos el estado de ánimo, no se está muchas veces para eso.

Pero  existe una ventaja, adicionalmente a sus cualidades esenciales, la amabilidad tiene también la de ser un hábito, que si es cultivado, operará automáticamente, podemos empezar con esto, la amabilidad como tal, no requiere más señas de autenticidad, por tanto podemos de cimentar algunas reglas de urbanidad.

Con la amabilidad aplica la ecuación ganar-ganar, porque no sólo nos permite sentirnos mejor, sino que además, creamos una dinámica social más sana, lo que nos ayudará a procesar y sino cuando menos a sobrellevar cualquier dificultad; no solemos imaginar nunca lo que un gesto amable puede originar, al igual que lo que un gesto agresivo puede desencadenar en la vida de demás.

Entiendo que pueda existir quien crea, que lo que le pase a otros no es su problema, por lo cual se sienta libre de actuar como sea o que la amabilidad es debilidad o cursilería, como en todo, siempre hay un margen de error residual, e incluso es mejor que así sea, porque nos permite por oposición ajustar nuestra actuación.

Después de todo, el mayor argumento sobre la pertinencia de ello, es la situación actual, que lejos está de poder considerarse como tersa, naciendo de aquí la necesidad por hacer de las relaciones algo más cordial.

La amabilidad en tiempos de escasez nos aprovisiona, de confianza en uno mismo y en el mundo entero, porque cada gesto positivo nos recuerda, que no todo está perdido y que siguen existiendo motivos para seguir luchando y estar vivos.

sotelo27@me.com





domingo, 25 de octubre de 2015

Más allá de la #Bicicleta #Cultural

Lo que en principio puede ser una buena idea, podría terminar repitiendo los vicios de aquellas de entre las que surge para cuestionar, destino en el que suelen terminar todas las tendencias contraculturales de nuestra época, de la que no escapa el uso de la bicicleta hoy en boga.

En principio debo confesar ser un usuario cotidiano de ella, no con propósitos competitivos, ni de convivencia social, no soy miembro de ninguno de los contingentes de ciclistas que ruedan por las avenidas, pese haber sido invitado.
De momento no es de mi interés participar.

En mi caso, incursionar en el uso de la bicicleta viene dado por necesidad, una lesión en el talón de Aquiles, me impedía salir a correr todos los días y en tanto me recuperaba, derive al uso de la bicicleta como una alternativa práctica de deporte y así decidí ir a comprar una.

La primera impresión al hacerlo fue de sorpresa, la practicidad a la que asociaba todo lo relativo a la bicicleta, se vio empañada por el abrumador universo de sus modelos y de sus precios que oscilaban de los 2 mil, hasta los cien mil pesos!!!

En este punto me vi confrontado a una primera dificultad ¿que bicicleta comprar?

Me considero una persona competitiva, pero no al grado de poder ganar el tour de Francia o la vuelta de España, aunado a mis modestos objetivos; solo pretendía salir a sudar y divertirme recorriendo la ciudad, por lo cual resultó fácil sobreponerme al shock de la variedad y opte por comprar la más barata.

En este punto, la convivencia con otros usuarios de la bicicleta fue inevitable y pasó "lo que tenía que pasar", las comparaciones no se hicieron esperar ¿que marca es tu bicicleta? ¿Es de aluminio? ¿Usas luces de led?¿Cuantas velocidades tiene? ¿Usa frenos de disco? ¿Cuánto te costó? Etc.

Me di cuenta que la respuesta a esta última interrogante, configuraba, en el rostro de mis interlocutores cierto gesto de reprobación, cuando no de burla, como ya expuse, mis motivaciones se inclinaban más a lo recreacional que a lo competitivo, por eso me resultaba absurdo, gastar decenas de miles de pesos en una bicicleta, que me daría igual servicio que otra que también fuera de dos ruedas, pero más económica.

Es deplorable que el ciclismo, se impregne con ese aire de irrealidad con que la frivolidad dota a todas las cosas que toca, haciendo de la imagen su idea reguladora. El uso de la bicicleta lo asocio a cierta simplicidad, por eso me parece un desastre el estrés que provoca la ansiedad que genera esa competitividad, no deportiva, sino social, medida, en términos de marcas y precios y no de rendimiento.

Esta superficialidad, acarrea una contradicción con respecto a una cualidad atribuida al uso de la bicicleta, que es la de ser ecológica, considere esto, el dispararse el consumo de bicicletas y accesorios, como consecuencia de esa carrera por la distinción cuyo blanco es el status social, implica mayor producción industrial y con ello, mayor generación de contaminación y basura, lo que revela, la real falta de reflexión y compromiso por hacer de esta una sociedad mejor.

Por otro lado, existe ya un creciente malestar mutuamente profesado entre automovilistas y ciclistas, quienes reclaman con igual narcisismo él uso de la ciudad, tanto los reclamos de algunos ciclistas, como los de los automovilistas, carecen de perspectiva de ciudad, y obedecen por igual a la intolerancia y a caprichos individualistas.

Al respecto, las autoridades tampoco han sabido que hacer, han reaccionado con lentitud y falta de imaginación, se habla de aplicar un impuesto a los usuarios de bicicletas o de echar más cemento a la ciudad, mediante la construcción de ciclovías.

Un profesional del urbanismo me comentaba que estos problemas se solucionarían, mediante una planificación que reordene e innove la ciudad, y en cuyos planes por supuesto, el uso de la bicicleta tiene un papel que desempeñar, pero no sólo ella, sino todos los medios de transporte.

Todo lo anterior solo se podrá lograr si logramos priorizar la idea de comunidad, por encima de la oportunidad de lucrar, hay que dejar de pensar que todo lo que es comercial beneficia efectivamente al conjunto de la ciudad, las experiencias históricas nos han enseñado que en realidad, los proyectos urbanos han terminado por beneficiar a unos pocos, que se aprovechan de las condiciones de vida del resto..

sotelo27@me.com




















domingo, 18 de octubre de 2015

Guía para Perplejos.

La lucha de clases con la que Marx interpretaba la evolución de la historia, tal vez no es como él creía, el motor de la historia, pero eso no quita que exista y sea un hecho ¿que si esto es un cliché de tiempos preteritos?, considérese antes la siguiente declaración: "La lucha de clases sigue existiendo, pero la mía va ganando!", Warren Buffet dixit, el segundo hombre más rico del mundo.

Con más rubor que Buffet, responden al marxismo los técnicos del capitalismo, afirmando que Marx, partió de un supuesto falso, ya que no es el esfuerzo devengado por el trabajador lo que valoriza los objetos por él producidos sino, el valor marginal de utilidad de las mercancías, es decir las preferencias del consumidor.

No obstante, hemos visto como el libre mercado, sin regulación alguna, ha derivado en la formación de grandes monopolios, que terminan por controlar el mercado y con ello, los precios, en este punto prescindamos inclusive, de la teoría del valor objetiva de Marx, y recordemos su consideración de que a la larga, el capitalismo genera desigualdad, si no ya, en la producción, si en el consumo, debido al poder dominante que adquieren los monopolios.

Añadamos a lo anterior, que hasta bien entrado el capitalismo como modo de producción, los trabajadores carecían de protección social, salud, salarios dignos etc., es decir, desde la acumulación primitiva del capital siglos XV-XVI, hasta finales del siglo XIX, la riqueza acumulada se nutrió de la míseria del trabajador.

Incluso en nuestros días, fenómenos como los monopolios y los bajos sueldos nos siguen afectando, mientras otros a partir de estas distorsiones, han visto acumular descomunalmente su riqueza, ¿como se explica esto?, lo menos que se podría admitir es que  Marx, no estaba del todo equivocado.

Paradójicamente, quienes escarnecen a Marx, llamándolo el profeta de la modernidad, le reprochan el no haber acertado en todas sus predicciones; por descontado es, que no se está obligado en aceptar todo en bloque el pensamiento de Marx, sería absurdo, sin embargo no deja de tener elementos valiosos e iluminadores sobre ciertos hechos del mundo.

Los defensores del libre mercado, en oposición al marxismo, gustan de las metáforas naturalistas para justificar un producto artificialmente creado como lo es, el libre mercado, para ello, homologan al accionar ordenado y eficaz de una colonia de hormigas, con lo que sería la esencia del libre mercado que no requiere de una conciencia que la trascienda para operar.

Segun esta profiláctica interpretación, el libre mercado auto regulado y sin intervención del estado funcionaria igual, sin embargo, de momento y hasta donde sabemos, a las hormigas no las mueve el deseo, la codicia o el ansía de reconocimiento social, como a los humanos, de ahí que la diferencia entre una colonia de hormigas y las sociedades humanas se expresan  en las distorsiones que estas inclinaciones producen al conjunto de la sociedad.

Para el neoliberalismo, a diferencia de Marx, las crisis recurrentes y sus efectos sobre las vidas de las personas, no justifica la intervención del estado, aunque sea solo con el propósito de ser un paraguas en medio de la tempestad, argumentan que hay que ser "objetivos", el libre mercado acarrea mayores beneficios que perjuicios, el problema de este tipo de “objetividad”, es que solo puede ser reivindicada por quienes se hayan fueran de los supuestos a los que va dirigido el juicio "objetivo", de aquí que resulte más fácil hacer un juicio "desapasionado" y "racional" si uno no está a punto de ser lanzado de su propiedad.

Cuando se piensa en una alternativa al capitalismo, suele considerarse que se pretende abolir el intercambio de mercancías, lo cual es equivocado, después de todo, el comercio ha existido a lo largo de miles de años de historia de la humanidad, de lo que hablo Karl Marx, cuando de superar el capitalismo se refería, no era volver a las formas arcaicas de intercambio, sino aprovechar el estadio de desarrollo del capitalismo, y a partir de ahí, hacer evolucionar a la sociedad.

Frente a  la idea de una sociedad mas igualitaria, se reacciona virulentamente, con el pretexto  de atacar a la libertad, pero seamos honestos, al neoliberalismo, lo que menos le importa es la "Libertad", per se, como si el derecho a la propiedad privada, después de todo qué caso tendría acumular capital, si no se tiene la exclusividad sobre él.

Existe algún consenso de que no puede existir libertad, cuando se limitan exteriormente y de antemano nuestras opciones, la libertad sólo existe, cuando se garantiza el libre desarrollo de todas nuestras facultades y capacidades, cuando se eliminan las barreras que impiden nuestro desarrollo, a través de la educación, salud, alimentación, y en este caso, la liberación y/o privatización de estos servicios, abre una brecha entre quienes pueden y no pueden pagar por ellos, con las consabidas consecuencias en la generación de desigualdad social.

En resumen, ya sea por cultura o simple curiosidad, la obra de Karl Marx, es una lectura imprescindible si queremos entender la evolución de una parte de la historia de la humanidad en los últimos 150 años.

Sotelo27@me.com






domingo, 27 de septiembre de 2015

Guía para Perplejos.

Guía para Perplejos.
Primera Parte.

En cierta ocasión fui invitado a dar una plática a  Instituto Tecnológico de Monterrey, sobre la idea de la izquierda en la actualidad, como era natural, me pareció necesario mencionar algunos conceptos de Karl Marx, cuando para mi sorpresa, abruptamente fui interrumpido por el profesor anfitrión, quien sumariamente calificó la teoría marxista como llena de mistificaciones, cancelando en ese momento la discusión sobre el tema.

Más lamentable que esta arbitraria irrupción, me pareció la notoria ignorancia sobre la teoría Marxista, ignorancia que nutre el prejuicio sobre el tema y más cuando proviene de personas con cierto nivel y responsabilidad académica.

Recientemente un amigo me comentaba, que estando leyendo el libro El Capital en el Siglo XXI de Thomas Piketty, una persona se le acercó y le dio a entender que la obra "estaba sesgada" por ser marxista, casos como los anteriores existen ad-nauseam, lo irónico es que muy probablemente estas personas, jamás hayan leído a Marx y solo se conforman con interpretaciones de segunda mano.

Con frecuencia mayor a lo deseable, se lanzan descalificaciones sin rigor histórico, técnica, ni sentido filosófico cuando de formas de organización político y económica se trata.

Se dice del socialismo, que es hacer pobres a los ricos y el capitalismo ricos a los pobres y sobre tales errores se construye todo un discurso político, que solo enrarece al debate mismo.

En realidad, el socialismo, ni el capitalismo es lo uno, ni lo otro, porque parten de visiones de diferentes, podrían converger, pero desde hace más de cuarenta años, los sectores más recalcitrantes pro-libre mercado, han agudizado los rasgos de este nuevo tipo de capitalismo que experimenta el mundo.

Claro, en la actualidad es tal la naturaleza salvaje del capitalismo neoliberal, que sus defensores prefiere recurrir a la imagen romántica que de él tienen, esa hecha de la lucha que el capitalismo dio en sus orígenes contra el antiguo orden feudal.

En sus comienzos el capitalismo se caracterizó por recompensar en cierta medida, la innovación y el esfuerzo de las ascendentes clases burguesas, la consigna de libertad e igualdad, fueron de utilidad para legitimar sus ansias de hegemonía frente al orden feudal.

Sin embargo, una vez sobrevino la eclosión de aquel y las clases burguesas tomaron su posición en la pirámide social, estas se parapetaron en su sitio y desde entonces han detenido toda amenaza a su situación de privilegio, osificandose tal y como lo hiciera el desplazado orden social que el mismo capitalismo  habían desplazado.

En ese contexto es que surge la Critica a la Economía Política (Kritik der Politischen Ökonomie)  y El Capital (Das Kapital) ambos de Karl Marx, siendo ciertos en aquel entonces, lo son aún más para el caso del capitalismo actual, con la diferencia entre ambos tipos de capitalismo, en que el de hoy, no se orienta a producir objetos, financiar infraestructura o innovaciones tecnológicas, sino que se reinvierte en el sistema financiero y sólo produce papel.

Antes de tratar la crítica marxista al capitalismo, hay que tener presente el ambiente filosófico que forjó el pensamiento de Marx, aunque sea muy brevemente.

Si consideramos lo que fue la filosofía alemana de finales del siglo XVIII y la primera mitad del XIX, podremos observar que el esquema de exposición de los sistemas filosóficos de entonces, (incluso el Kantiano), por lo general se dividía en dos partes, una descriptiva de la realidad y otra prescriptiva.

Marx no fue ajeno a este método de exposición y en su pensamiento podemos encontrar este tipo de clasificación en sus ideas, a partir de lo anterior, resulta obviamente inconducente reducir como comúnmente se ha hecho, todo el pensamiento de Marx a su esfera prescriptiva, es decir, lo que constituye su metafísica o visión profética como le gusta llamarla a sus malquerientes, haciendo a un lado lo más valioso y perspicaz del marxismo, su exacta descripción del funcionamiento del capitalismo y sus efectos sobre la humanidad sujeta a él.

En la próxima entrega, trataré de exponer brevemente algunas de las teorías de Karl Marx, derivadas de su esfera descriptiva, dejando al lector la posibilidad de sacar sus propias conclusiones de lo cierto o no que pueden ser las mismas, haciendo lo posible por despejar la bruma interesada que oscurece la comprensión de la obra marxista.

sotelo27@me.com





domingo, 20 de septiembre de 2015

Ciudades Humanas.

Los días 5 y 6 de Septiembre del año en curso,  se llevaron  a cabo, un ciclo de conferencias en la Facultad de Arquitectura de la UAT, con el propósito de exponer la necesidad de reconsiderar los criterios con los que se ha venido conduciendo el desarrollo urbano de la zona.

Si bien es cierto, este tipo de preocupaciones en los países desarrollados, lleva años que dejó de ser proyecto, para volverse realidad, no deja de ser grato, que se empiecen a dar este tipo de discusiones, ya que nos conectan, con los grandes temas del desarrollo humano en el mundo, 

Se propuso una estrategia de movilidad urbana sustentable (EMUS), el  origen del concepto, tiene su raíz en la denominada democracia urbana, cuyo eje gira en torno al derecho común al espacio público que involucra desde el acceso gratuito a todos los bienes y servicios públicos, el  impulso de una nueva pedagogía que estimule el uso de vías alternativas de transporte al automóvil, hasta consultas ciudadanas para el caso de proyectos de interés público etc.

Tradicional y erróneamente, solemos considerar las calles y avenidas, como de uso exclusivo de los vehículos automotor, cuando en realidad esto no es cierto y precisamente en ello radica el énfasis innovador del concepto de democracia urbana, en nuestra calidad de ciudadanos, todos tenemos derecho al uso de las vías públicas, independientemente del medio de transporte que utilicemos, pero no solo eso, este derecho de uso implica además, la adecuación para cada tipo de uso, peatonal, bicicleta etc,.

En este sentido, resulta revelador conocer que, el 67% de la población de la zona metropolitana (Tampico,  Madero y Altamira) usa transporte público, del cual un 47 % se encuentra en deplorables condiciones, pese a ello, de 2011 a 2013, el presupuesto destinado a desarrollo urbano se repartió de la siguiente forma, un 23 % se destinó a movilidad urbana sustentable, frente a un 77 % en ampliación y mantenimiento de las vías tradicionales.

Ante este problema, algunos profesionales de la urbanización, han imaginado la posibilidad de construir un tren urbano a lo largo de la Avenida Hidalgo, como el que ya existía en la ciudad, hace muchas décadas, otros, considerando los costos hundidos de un proyecto de tal envergadura, lo que representaría un obstáculo para la implementación de una agenda de movilidad urbana, han propuesto en su lugar, un metrobús, como el que ya funciona en el Distrito Federal..

Por otro parte, durante  años, la bicicleta padeció el prejuicio clasista, que la asociaba a las clases sociales de más bajos recursos, postergando la posibilidad de que ocupará un papel más relevante como medio de transporte,  afortunadamente hoy esa idea, empieza a ceder el paso a otra que antepone, sus ventajas de sustentabilidad y de salud pública.

Evidentemente, el tema del uso de la bicicleta como medio de transporte, no solo involucra la habilitación de infraestructura, sino también su regulación, así como un cambio de actitud en los conductores de los vehículos automotor, sin embargo a la larga, las dificultades en la implementación de este tipo de políticas palidecen con respecto a los beneficios sociales que reportan.

Una de las peculiaridades de este tipo de agendas, es el giro en el orden de las prioridades, si antes, los grandes proyectos urbanos, absorbían el interés, ahora se pone el acento, en aquello, que puede proporcionar experiencias de vida reconfortantes, parques, jardines, ciclovias, paisajes etc,.

Está claro, que un hábitat más sano y amable contribuye de manera decisiva en el mejoramiento de la vida en sociedad, ya que permite desarrollar sentimientos de comunidad y establecer lazos de solidaridad y corresponsabilidad en la toma de riesgos y decisiones.

No obstante, uno de los mayores peligros de este tipo de proyectos urbanos, es la tendencia de hacer privado lo publico, en buscar el rendimiento económico, antes que el confort de los ciudadanos, el cambio de paradigma estribaría en devolverle su dimensión de Ciudad a las ciudades, en dejar de definir proyectos en función de criterios comerciales.

Por eso resulta fundamental que se introduzca la figura de la consulta ciudadana y el de moratoria a la hora de definir los planes de desarrollo urbano, después de todo y no es lo de menos, las ciudades son de todos y no puede puede sujetarse su planeación a criterios que riña, dificulte o vuelva hostil el sitio donde tiene  lugar toda nuestra existencia.

sotelo27@me.com






























domingo, 13 de septiembre de 2015

El valor de la #Utopia

Cotidianamente tenemos noticia de toda suerte de hechos indeseables, en sucesión inagotable somos testigos de eventos que desafían nuestra capacidad de comprensión y nos empujan a cuestionarnos si son, el rasgo que define a nuestra civilización.

A lo desafortunado de esta situación se suma, la incapacidad o renuncia por pensar un mundo mejor. Desde existencialistas a postmodernistas, el tono del discurso se ancló, en un dejo de resignación.

Se dejo de pensar en términos de un mundo ideal, que sirvieran de guía y de aspiración edificante y se nos ofreció la descripción detallada de la realidad, como bálsamo ante la frustración.

De a poco en poco, la angustia y la incertidumbre, fue ganando terreno, al confinarse la existencia en lo inmediato y negando la posibilidad de que el pensamiento apunte hacia algo más allá de su presente, se nos instaló en la desesperación.

Con frecuencia mayor a lo conveniente, se da un  rechazo a todo intento de trascender y acceder aunque sea solo con la imaginación,  a una sociedad mejor, se argumenta la imposibilidad de toda utopía, lo que a provocado, que nuestra sociedad entre en una decadencia mayor.

Porque una sociedad que limita sus posibilidades al mundo de los hechos que son, termina por reproducir copias de la copia de un mundo, ya de por si imperfecto, y el resultado no puede ser otro que la degradación progresiva de todos los valores humanos.

El valor de la utopía, no reside en las posibilidades de su materialización, porque como una idea perfecta, no existe en ningún lado, ni en ningún tiempo, sino en proporcionarnos las coordenadas para hallar el camino de nuestra evolución, en hacer lugar a lo posible y de esta forma reajustar constantemente el universo de la humanidad.

La Utopía en el mundo del hombre es una idea reguladora, que por estar por encima de sus posibilidades, nos obliga a esforzarnos a ser mejor, cumple el papel de ser una idea funcional, importante más por lo que hace  en los hombres, que por lo que como conjunto de ideas es.

En la base de la República de Platón y la Utopía de Thomas Moro, cuyos relatos giran en torno a una sociedad comunista, lo fundamental no es el modo en que se distribuyen las cosas, sino los lazos de fraternidad y solidaridad que lo posibilita, ese sería un modelo al que todos deberíamos aspirar, una sociedad en armonía, donde lo importante es la vida del hombre y no sus bienes.

Si queremos cambiar nuestro mundo, debemos empezar por hacernos una exigencia mayor y obligarnos a trabajar como si lo inverosímil fuera posible, el cinismo disfrazado del falso realismo, el oportunismo, convertido en filosofía del vencedor, nos ha colocado en una penosa situación.

En realidad, poco interesa si algún día llegaremos a vivir en una sociedad ideal en el que lo material y la posición social no importe, lo fundamental es lo que hoy, estas ideas pueden hacer para mejorar nuestra convivencia social.

Por eso no  preocupa convencer a los que con cinismo nos condenan a la mediocridad, porque tenemos la convicción de que, una sociedad más justa, equitativa y tolerante siempre es mejor a una que no lo sea.

sotelo27@me.com

















domingo, 23 de agosto de 2015

Modernísmos sin modernidad.

Pese a la insistencia en calificar a nuestro país, como compuesto por una sociedad moderna, lo cierto es que prevalecen en ella, ideas y actitudes, que hacen incompatible cualquier noción de modernidad, con la nuestra.

En términos generales,, la modernidad es entendida como una etapa de un tiempo histórico, en el que se arraigaron procesos e instituciones sociales, tales como el racionalismo, liberalismo, la secularización, la igualdad entre los hombres, la alfabetización, la movilidad social, el desarrollo de gobiernos representativos etc, Roger Griffin dixit.

Esto es, que los procesos de modernización en las sociedades más desarrolladas, no solo consistían en un febril maquinismo industrial o de un liberalismo comercial a ultranza, sino que como presupuesto a ello fue, la interiorización y reconocimiento de ciertas cualidades humanas, que hacía de los hombres sujetos de iguales derechos y consideraciones sociales, tales como la tolerancia, inclusión y respeto.

Lo anterior es fácil de explicar, puesto que el liberalismo y el capitalismo, dos de los más grandes productos culturales de la modernidad, basaron su ética y practica, en la libre concurrencia, en donde al menos en teoría, dos individuos iguales, coinciden en el deseo de comprar y vender libremente, esto es que mas que las ansias de intercambio, lo fundamental fue la igualdad entre los hombres.

Por ello, no basta con que en nuestro país, se liberalice la economía y se privaticen lo bienes para que nuestra sociedad adquiera un carácter artificialmente moderno, si dentro de la misma no existe un afecto orgánico por la igualdad entre los hombres.

Tras la delgada capa de barniz civilizatorio, con la que se camufla con toda clase de reformas la sociedad, subyace un talante auténticamente bárbaro e ignorante, que tienen su expresión en  actitudes impúdicamente abiertas de clasismo, racismo  de ciertas capas de la sociedad.

Cierto es, que estas actitudes están presentes todavía, en las sociedades más desarrolladas del mundo, pero las mismas, son contenidas, por la reprobación social y solo pueden ser manifestadas en soledad.

Por el contrario, recientemente he escuchado, sin grado de pena alguna de quienes las pronuncian, una pluralidad de expresiones, que hacen apología de la diferencias sociales, raciales o económicas.

Por ejemplo, alguien mencionaba que la solución a los problemas de México sería "matar a los indios", otros se quejan de que se fueran perdiendo las barreras entre pobres y ricos, cuando menos, a la hora de intercambiar la palabra.

Ya sin mencionar los traumas que nos causa a los mexicanos el color de la piel, resabios probablemente de nuestra conquista, a estas expresiones no pueden calificarse ni siquiera de salvajes, puesto que, en estado salvaje, el hombre tendía a la solidaridad y establecer grupos sociales cada vez más grandes. 

Como escribiera Octavio Paz, los mexicanos nos escondemos  tras una máscara, en este caso, la de nuestra supuesta modernidad, pero detrás de ella, se esconde un rostro egoísta, prejuicioso, que superficialmente hace suyos los logros de la técnica y la modernidad, sin tener que asumir los compromisos y responsabilidades que ello implica con la humanidad.

¿Porque fue importante para la modernidad, la cohesión social? Durante siglos, la humanidad dividida en castas, estratos sociales rígidos de siervos y señores feudales, no logró el desarrollo económico y científico, que empezó a lograrse a partir del humanismo renacentista, esto es, desde el momento en que, aunque sea vagamente, la idea de una dignidad humana, cobró vida.

Escribía Simone de Beauvoir "La naturaleza del hombre es malvada, su bondad es cultura adquirida". No obstante, aun cuando soy más de la idea socrática de que el hombre escoge el mal, porque desconoce cuál es el auténtico bien, en el fondo las dos posiciones coinciden en que la raíz de la maldad puede estar en la  ausencia de cultura.

A diferencia de la modernidad, el modernismo fue un movimiento mitopoético reaccionario,  que solo estéticamente intentó transformar algunos aspectos que la modernidad había trastocado.

En México, el discurso modernista se ha avenido bien, porque ha permitido  hipostasiar una transformación social y cultural de fondo, por otra que solo existe en el discurso, dejando intocados hábitos y costumbres conservadoras y anticuadas.

sotelo27@me.com
















domingo, 16 de agosto de 2015

Narcisismo Neoliberal.

En sus albores, el programa de la modernidad, fue definido por Francis Bacon, con la frase "El saber, es poder", desde entonces, la generación de conocimiento, ha estado supeditado, a la consecución de resultados prácticos.

Con los descubrimientos en física, matemáticas y otros, se desterró, las explicaciones míticas y  supersticiosas, de esta forma el hombre, al poder medir, pesar y calcular con un grado de precisión y predicción sin precedentes, creyó poder resolver sus problemas, anticipando hipotéticamente sus soluciones, manipulado las situaciones.

Persuadidos como estaban, del poder de las ciencias exactas, confiaron en que, adoptando el programa de investigación adecuado a los hechos de la vida del hombre, se podría acceder a un conocimiento cierto y total de este.

Entraba así la modernidad, en una etapa de fetichización de las ciencias exactas, sin embargo, tan luego se introducían dentro de los marcos de referencia de los programas de investigación copiados de las ciencias exactas, los hechos humanos, estos arrojaban resultados erráticos o incluso abiertamente contrarios a los esperados.

Tal es el caso de los grandes sistemas filosóficos que, intentaron adoptar la estructura de los programas de investigación de las ciencias exactas como el de Descartes, Leibniz, Spinoza, e incluso Kant, todos ellos, recurrieron desde la geometría, hasta la física newtoniana, para intentar dotar al hombre de las herramientas para el dominio del mundo y su persona.

En realidad, no se puede decir que fallaran en absoluto estas pretensiones, sino que el grado de conocimiento  de los actos de los hombres, en el mejor de los casos siempre fue  aproximado y nunca rotundamente exacto.

Pese a que, la experiencia histórica, ya había mostrado el fracaso de aquellas pretensiones de un saber, que buscaba reducir a un lenguaje abstracto (lógico y matemáticas), el universo de toda la realidad humana, hubo que esperar hasta el siglo XX, para demostrar también la incompletitud de la de la lógica y las matemáticas, gracias a la paradoja de la teoría de conjuntos de Russell y al teorema de incompletitud de Godel.

Pero incluso, aun cuando ha quedado demostrado la imposibilidad de demostración verdadera, de todas las proposiciones, desde adentro de un mismo sistema de axiomas dado, se insiste en lo contrario y peor aún, se ha extendido la aplicación de axiomas abstractos y deterministas, a los hechos de la vida humana, soslayando el carácter esencialmente libre de estos, utilizando la cama de procusto, a la hora de explicar, planificar y determinar necesidades y satisfacciones de los seres humanos.

Tal es el caso de la ortodoxia económica neoliberal por ejemplo, que basa sus recetas económicas, sin tomar en cuenta otros datos de la experiencia, cegados por la aparente exactitud de la arquitectura matemática de sus modelos económicos.

Podríamos caracterizar este periodo de nuestra civilización, como padeciendo la suerte del Narciso, de la mitología griega, quien seducido por su propio reflejo en el lago, se precipitó en las profundidad abisales de su imaginación, el economista contemporáneo, auténtico planificador de nuestro tiempo, enamorado de los logros de las ciencias exactas, ha perdido de vista el contexto histórico en el que se desenvuelve y eso lo ha precipitado muchas veces en el error.

Par Isaiah Berlín, el filósofo liberal más importante del siglo XX, "La compleja naturaleza de las sociedades modernas, a la hora de establecer y ordenar las necesidades humanas estriba en la imposibilidad de que el mercado pueda determinar de antemano estas.

Sostiene Berlín, "La planificación mas benévola-no ya la que se establece desde el estado sino la que se diseña por organismos internacionales de cooperación-tiende a minimizar-sino a suprimir- las necesidades que no se incluyan en sus supuestos o no pueden satisfacerse desde ellos (justicia distributiva); el resultado puede llegar a ser la desautorización aun de la discusión sobre ciertas necesidades, sentidas, sí, pero que el sistema no parecen contemplar".


Afortunadamente está emergiendo, una nueva clase de economistas, que considera su ciencia, no como la ciencia suprema de las ciencias sociales, sino como una más, dentro del amplio campo de las ciencias sociales y buscan, desde el enfoque interdisciplinario, ofrecer soluciones en beneficio del conjunto de la humanidad, y no ya, solo planes de negocios para una selecta minoría de la sociedad.

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domingo, 9 de agosto de 2015

El Circulo de Viena ( Des Wien Kreis)

Tal vez y como escribiera, José María Perez Gay en el Imperio Perdido, a consecuencia del proceso de sublimación de la derrota Austriaca en la batalla de Sadowa (Königgrätz) en 1866, que derivó en la pérdida de su hegemonía sobre los estados alemanes en favor de Prusia, la reflexión filosófica en Austria, no sólo se diferenció de la especulación alemana, sino incluso, la combatió.

Precursor del Círculo de Viena fue Ernst Mach, Profesor de Física y Filosofía en la Universidad de Viena, en su Obra El Análisis de las Sensaciones, sostiene que la idea del Yo resulta inútil, puesto que a diario el Yo se disuelve en las corrientes del devenir, y que lo que solemos llamar como Yo, no es más que un concepto puesto con el propósito de unir la experiencia.

Para Mach, la experiencia no es más que la sucesión inestable de una corriente de sensaciones, donde el Yo del ahora, no mantiene unidad ontológica, una unidad de ser uno, entre el ser del ahora, y el ser del mañana, deduciendo de aquí, que la memoria no es más que el despertar de antiguas sensaciones, lo anterior remite sin duda, al psicologismo asociacionista de David Hume, el Círculo de Viena mantuvo afinidad, con la Filosofía Inglesa y distancia con respecto a la Alemana.

Miembros Igualmente importantes del Círculo de Viena fueron, Wittgenstein, Popper, Carnap,  Neurath etc,. El rasgo común de estos pensadores, además de haber emigrado a Inglaterra, fue la importancia que le concedieron a las ciencias naturales y el carácter marcadamente empirista y lógico de sus especulaciones; así Wittgenstein llega a  sostener, que los problemas de la filosofía nunca han sido tales, sino sólo problemas del lenguaje, de ahí que el objetivo de la filosofía debe de ser, el de clarificar al mismo, rechazando con esto cualquier tipo de especulación  metafísica.

El ámbito que mayor interés despertó en los filósofos austríacos, fue el de la filosofía de la ciencia, a la cual dotaron de algunos principios, que rigen hoy en día, como criterio para determinar qué es conocimiento científico, tal es el caso del principio de demarcación propuesto por Imre Lakatos, nacido en Hungría, pero unido por raíces históricas y filosóficas al Círculo de Viena y Karl Popper, por medio del cual definían las fronteras entre conocimiento científico y la metafísica a la que consideraba pseudociencia.

Una de las cuestiones donde es claramente discernible la diferencia de posiciones entre la Filosofía del Círculo de Viena y de la que sería su contemporánea Alemana representada por la Escuela Neokantista de Margburgo, entre cuyos representantes destacan Natorp, Cohen, Windelband y Cassirer, consiste en la posición que unos y otros, mantuvieron con respecto a la teoría Kantiana de los Juicios Sintéticos A Priori.

Los positivistas lógicos del Circulo de Viena, rechazaron la existencia de este tipo de proposiciones, para estos, las únicas proposiciones a priori eran las analíticas, manteniendo la antigua dicotomía entre proposiciones sintéticas y analíticas prekantianas.

Por su parte y después de lo que consideraron los extravíos del Idealismo Alemán de Fichte y Hegel y al grito de de guerra ¡Zuruck zu Kant!, los Neokantistas regresaron a las divisiones propuestas en la Crítica de la Razón Pura por Kant, entre lo que es fenómeno y Noumeno y a la tríada de juicios a priori, sintéticos y sintéticos a priori.

Las divergencias electivas entre las corrientes de pensamiento de Austria y Alemania alcanzaron el de la dimensión económica, la escuela de Viena representada por Eugen von Böhm-Bawerk, crítico en su momento, la Teoría Marxista, al igual que posteriormente hicieron, Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek, siendo cercanos del laissez-faire anglosajón y críticos de los socialistas fabianos de Inglaterra.

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domingo, 2 de agosto de 2015

Distopía Neoliberal.

A propósito de la crisis de la deuda en Grecia, le preguntaba a un amigo Doctor en Economía por la Universidad de Anglia del Este en Norfolk, Inglaterra, de donde había sido profesor precisamente, el defenestrado Ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis, ¿cuál sería la imagen utópica del mundo de los tecnócratas, si se cumplieran todos sus deseos en materia económica?

Su respuesta fue que, la tecnocracia neoliberal carece de una idea platónica del mundo, por decirlo de alguna forma, para ellos, los técnicos de la economía mundial, basta que el sistema funcione, tal y como actualmente se encuentra.

La misma pregunta le planté a otro amigo, ex-Director General de crédito externo de la Secretaría de Hacienda, egresado del MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts, para este, la meta del sistema económico neoliberal, es el sistema mismo, una especie de reproducción endogámica, donde el factor humano solo es una variable más y no su leit motiv.
 
En la personal, saber el rumbo, que toman las decisiones económicas tiene sentido, porque considero que la economía debe estar al servicio de la sociedad, y no la sociedad al servicio de ella, sin embargo, a la vista de los resultados económicos del país y del mundo globalizado, tal parece es que lo ultimo.

Por ejemplo, volviendo al caso de la crisis de la deuda griega, la misma sólo representa el 3% del total de los pasivos públicos de la comunidad europea y peor es el caso de la deuda pública de los Estados Unidos, ya sin mencionar el caso de nuestro país.

Lo que en mi opinión, deriva en un resultado paradójico, puesto que una de las supuestas bondades con las que sea impuesto el sistema económico neoliberal, es la generación de riqueza, y no veo cómo esto, se puede reconciliar con el desproporcionado incremento de los pasivos estatales. 

En defensa de neoliberalismo económico se ha dicho, que la deuda pública tiene su origen en los pasivos laborales como las pensiones, el costo de salud y educación, y que la solución sería privatizar estos sectores también.

Pero lo anterior solo es cierto en parte, pongamos por ejemplo de nuevo, el caso de la deuda griega, según estimaciones de su propio gobierno, de los aproximados 400 mil millones de euros a la que asciende, solo un 10 %, fue a parar a manos de sus ciudadanos, el resto terminó en manos del mismo sector financiero, vía rescates bancarios, convirtiendo el ciclo del dinero en un círculo vicioso interminable.

Y aunque pareciera que el neoliberalismo carece de horizonte desde la perspectiva amplia de lo que debería ser útil para toda la humanidad, desde su estrecho marco de referencia, si posee lógica interna, como mencionaba en líneas anteriores, la meta del neoliberalismo, es la reproducción endogámica de la riqueza.

Como lo documento magistralmente Thomas Piketty en El Capital en el Siglo XXI, la evolución del capitalismo durante los últimos dos siglos, se montó en torno a la desigualdad en el ingreso, en la concentración de la riqueza en torno al 1% de la población del planeta, con la consecuencia marginación del resto.

Contrario a lo que se ha dicho, el neoliberalismo puro, es causa de incremento de la pobreza, y solo cuando el estado ha intervenido para remediar los efectos perniciosos del capitalismo, por vía del llamado estado de bienestar, es cuando los indicadores han mostrado una mejoría en las condiciones de vida de la población de cualquier país del planeta.

Piketty explica lo anterior desde la óptica de la escuela neoclásica de economía, en escenarios de bajo crecimiento económico, las tasas de rendimiento de los grandes capitales son mayores y tienden a recapitalizarse, sin necesidad de tener que arriesgar o invertir. 

Pero incluso Marx, ofrece una explicación más amplia de este proceso de concentración y marginación de la riqueza, y es que para este, no solo el capital se recapitaliza e incrementa, sino también de manera concomitante el poder que los propietarios de medios de producción adquieren sobre el trabajador, mismo que es usado para imponer sueldos más bajos y jornadas de trabajo mas precarias y amplias.

El filósofo Marxista Slavoj Zizek, con extrema mordacidad comenta, que sea como sea el fin del sistema capitalista-neoliberal, que él ya avizora, en Hollywood ya saben cómo será un mundo post-apocalíptico, un mundo plagado de zombies y de seres humanos viviendo entre las ruinas de lo que fue su civilización, luchando por su supervivencia, esperemos que el futuro sea un poco mejor, y que la anterior visión siga siendo, solo motivo para el cine de ciencia ficción.

Sotelo27@me.com















domingo, 26 de julio de 2015

Revisionismo Historico

En una ocasión le pregunté a un amigo francés, cuál era la actitud  en su país, respecto al General Henri Philippe Pétain, héroe vencedor de la batalla de Verdún, cuya figura termino defenestrada ante los franceses o de una buena parte de ellos, por haber firmado el armisticio de paz con el régimen nazi, durante la Segunda Guerra Mundial y me respondió, ¡igual a la ustedes respecto a Porfirio Díaz!.
Su lacónica respuesta, me dejó en claro que, en cualquier sociedad por moderna y civilizada que nos parezca, experimentan el mismo estrés y complicación que nosotros, a la hora de lidiar con nuestro pasado.
Tanto en el caso de Henri Philippe Pétain, como en el de Porfirio Díaz, existen etapas destacadas y meritorias de su vida, que crean dificultad a la hora de la valoración, misma que no puede ser arbitraria, si quiere ser objetiva; sin embargo, existen acontecimientos que por su notoria gravedad, no dan margen a la exageración.
Consideremos en principio, el caso del General Petain; gracias a su oportuna y decisiva intervención de último momento en la batalla de Verdún en 1916, evitó la derrota del ejército francés y con ellos, la de todo el frente occidental a manos del ejército alemán dirigido por el General Erich Von Falkenhayn, en la Primera Guerra Mundial.
No obstante, su posterior colaboración con el régimen de Hitler y la entrega de judíos que fueron finalmente internados en los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial, ha hecho que pese a la indudable deuda contraída por el pueblo francés hacia él, siga marginado de los héroes principales de su historia.
En el caso de Porfirio Díaz, la situación es similar, su participación en la guerra de Reforma de lado del bando liberal, lo colocaría  en el panteón de los héroes nacionales, empero, su posterior entronización y prolongada permanencia en el poder, aunado a los hechos de este periodo, hizo que quedara expulsado del mismo.
Precisamente, respecto de los acontecimientos que tuvieron lugar durante la dictadura de Díaz, recientemente, con motivo del aniversario de su fallecimiento en París, se ha reavivado el debate sobre sobre su significado.
En este sentido, algunos han minimizado los efectos negativos del porfiriato y han destacado algunos hechos francamente dudosos, como que "Porfirio Díaz, dio una paz y una estabilidad que el país, no conocía".
Si  para el filósofo escocés Thomas Hobbes  "La guerra no solo consiste en la batalla o en la lucha concreta, sino en un trecho de tiempo durante el cual se da una voluntad de contender...La naturaleza de la guerra consiste, no en el hecho de que se de alguna batalla, sino en la tendencia a ello durante todo el tiempo que no existe la seguridad de lo contrario. El resto del tiempo puede hablarse de paz".
Resulta innegable que, siendo el porfiriato un estado de permanente y soterrada rebelión, es imposible llamarlo como un periodo de paz, más aún, porque en este contexto de confrontación social, fue que se pudo fraguar el asesinato y deportación del pueblo Yaqui, a las fincas henequéneras de Yucatán.
También se ha dicho en defensa de Díaz, que los tiempos de su dictadura se caracterizaron por ser de "Paz y Progreso", como ya mencione, lo primero no es cierto, y lo segundo habría también que ponerlo en contexto.
Cómo  lo documenta John Masón Hart en "El México Revolucionario", el llamado proceso de modernización, beneficio esencialmente a los extranjeros en detrimento de los nativos, solo por dar un ejemplo, para 1910, el 80 % del capital del sistema financiero mexicano, pertenecía al exterior, de ahí que sea ilusorio asociar lo experimentado por México en aquellos años, a cualquier noción de progreso.
Se ha expuesto también, como justificación ética de Porfirio Díaz, que fue un hombre determinado por su tiempo y como tal, no podía actuar de otra forma a como lo hizo, para quienes esto sostienen, Díaz, sería una especie de marioneta movida por lo hilos de la historia, privado de libertad de elección.
Pero aun en el hipotético caso de que ello fuera cierto, precisamente en esto radicaría lo reprobable de su actuación, en haberse conducido como un hombre ordinario, en su carencia de voluntad para sobreponerse a los acontecimientos de la historia y no simplemente dejarse llevar, por la inercia de ella, porque precisamente en eso reside el valor moral de nuestras acciones, en hacer lo correcto en condiciones adversas y es una pena que así no se entienda por muchos.
Por último, la figura de Porfirio Díaz, más que ser motivo de mistificaciones revisionistas interesadas, debería servir de ejemplo de lo que ya no debe hacerse nunca más en este país, perseguir una quimérica idea de progreso que genere tanta marginación y dolor en nuestro país.
sotelo27@me.com

domingo, 12 de julio de 2015

El Atractivo del Fascismo.

Un 30 de Abril, pero de hace setenta años, Adolf Hitler se suicidaba, junto a la que recién había hecho su esposa, Eva Braun, en su búnker de Berlín.

No obstante el tiempo transcurrido desde el fin del Tercer Reich, sigue suscitando toda suerte de emociones, ¿Qué hizo del Nazismo, un fenómeno tan singular en la historia de la humanidad?

Tal vez, como escribiera Joachim Fest en El Hundimiento (Der Untergang), lo que distingue a Hitler y al nazismo, de otros Imperios y señores de la Guerra como Alejandro Magno, Julio César, Napoleón etc., fue su profunda pulsión anti-civilizatoria, la voluntad de que no quedara tras de ellos, piedra sobre piedra.

Esto lo atestigua, la llamada instrucción Nerón del 19 de Marzo de 1945, en la que ordenaba destruir, todo aquello que sirviera a la subsistencia del pueblo alemán, más allá del final de la guerra.

Aunque por supuesto, el carácter destructivo del nazismo, vino dado a posteriori, la génesis de su éxito y lo que posibilitó su acceso al poder se explica, entre otras razones, por su utilización del mito del pueblo elegido, luego caído y finalmente redimido, para reforzar la unidad en torno a la exaltación de una  identidad nacional.

Este  tipo de mecanismo de manipulación social, también está  presente, en el fascismo franquista de España, aquí el relato mileniarista se vio reforzado, por los antecedentes propios de lo que fue el Imperio Español y su familiaridad con los relatos de corte religioso.

En la Italia de Mussolini, se puede observar el mismo fenómeno en el cual, el fascismo italiano invoco la grandeza perdida del Imperio Romano y se rodeo de los símbolos de este, para insuflar el orgullo de sus auto proclamados herederos históricos y de esta forma poder legitimar sus ambiciones expansionistas de futuro.

Para el fascismo, los tiempos de crisis social son su catalizador, ya que el carácter sugestivo de su discurso, radica en el carácter potenciador de una identidad nacional sumergida en dudas e incertidumbres.

De aquí que no sean extraños, sino más bien concomitantes, los pogromos, razias y todo tipo de actos represivos que terminan por ser, el desahogo de las frustraciones e inseguridades en el cuerpo social y físico de un enemigo interno previamente identificado y destinado a ser cabeza de turco.

En ausencia de un pasado ancestral glorioso, el centro de gravedad del discurso fascista, se desplaza hacia una visión escatologica, donde el pueblo elegido, reafirma su identidad en base a una misión histórica redentorista por cumplir..

Por ejemplo, recientemente la comentarista ultra derechista Norteamericana Ann Coulter, quien como muchos otros conservadores, defiende la insularidad histórica de los Estados Unidos, ha sostenido que, en caso de no frenar de plano la inmigración hacia su país, los norteamericanos WASP, acrónimo de (White, Anglo-Saxon and Protestant), deberán acostumbrarse a que sus hijas sean violadas y asesinadas por latinos Ann Coulter dixit.

El mismo caso lo vemos en Europa, mismo problema (económico), mismo culpable (inmigración musulmana), misma visión (Europa como bastión de la civilización, asediada por los peligros de la contaminación cultural).

El fascismo encontró eco, en algunos intelectuales, gracias a la romántica e idílica idea de una sociedad cerrada, pasteurizada y homogeneizada, tal fue el caso de Platón y Heidegger, 

En México también, podemos encontrar un insospechado fascismo en la obra Ulises Criollo de José Vasconcelos, en ella, postula la tesis de la decadencia del Imperio Egipcio, a consecuencia de la degeneración racial en sus cohortes.

Si el fascismo del Tercer Reich  de Hitler, con su poder técnico y militar, ha desaparecido de la faz de la tierra, no podemos cantar victoria y bajar la guardia, el peligro que representa el atractivo del fascismo, no se ha marchado, vive al acecho sutilmente.

sotelo27@me.com

 









domingo, 5 de julio de 2015

Hombre Rebelde.

La rebeldía es el gesto de la vida, rebelde fue la lucha de lo inorgánico por hacerse orgánico.

Rebelde ha sido lo vivo ante lo inerte y rebelde fue lo que hizo al hombre desprenderse de la rama para formar su especie.

Desde el momento en que el hombre abrió sus ojos, se supo diferente, se rebeló contra su entorno y mediante los ritos funerarios, se rebeló también contra la muerte.

Rebelde fue la inquietud del hombre al no aceptar su suerte, de ahí que en su história, la rebeldía sea el acicate, los grandes quiebres han sido siempre actos de rebeldía.

Rebelde fue el rechazo al mito, como explicación del mundo, como rebelde fue el apotegma de Kant, que condenso el programa de la ilustración (Sapere Aude, atrévete a saber)  con el cual independizo al hombre de la institución.

El hombre moderno es consecuencia de la rebeldía, se rebeló contra su situación de siervo dentro del orden feudal, así como de la culpa, pesado fardo del pecado original, solo con actos rebeldía ha podido alcanzar su libertad.

Estado, familia y sociedad, es la rebeldía a la debilidad individual, pero en sociedad al rebelde se le aísla y margina, porqué se confunde la auténtica libertad, con la falta de responsabilidad, bajo la coartada del hábito  y la tradición.

De la rebeldía es compañera la soledad, porque es retiro, separación del confort que brinda la mecánica predisposición, la rebeldía es elección y exploración.

El hombre logra su integridad, cuando se rebela contra la tensión que escinde su condición, por ello, la integridad se mantiene siempre que se esté dispuesto a ser rebelde con lo exterior.

La rebeldía, es la ruta a la autenticidad, prefiere el riesgo de pensar, a dejarse intimidar por el miedo de fallar.

La rebeldía carga en los hombros el peso de la humanidad, porque al decidir ir más allá de lo que exige su posición, puede conocer la fuerza de su voluntad.

La dialéctica de la realidad es la rebeldía, la negación de la negación es el impulso incesante hacia su constante superación, por eso, el amor es la función dialéctica de la rebeldía a la soledad.

La rebeldía amplía los derechos y los horizontes de la moralidad al desafiar, empuja los hechos haciéndolos evolucionar.

Solo con rebeldía se puede captar la densidad, al rebelarse contra lo aparente  y la superficialidad, la rebeldía es el antídoto a la monotonía de la vida, nos permite profundizar más allá de los límites de la sensibilidad.

La rebeldía es el arte, por medio de él, el hombre se rebela a sus limites accediendo a la visión de la divinidad, en la arquitectura, el hombre que levanta castillos o construye mausoleos, se rebela contra la estrechez de su tiempo, lanzando el reto a la eternidad.

La rebeldía nos pone en contacto con la realidad, al permite la agitación, nos despega de la mortuoria homogeneidad, por eso nunca hay que dejar de ser, infatigablemente rebeldes toda nuestra vida.

sotelo27@me.com
























domingo, 28 de junio de 2015

El Ser y la Nada.

Jean Paul Sartre, fue sin duda, el último gran pensador del siglo XX, que reflexiono sobre libertad y se preocupo por dotarla de su estatuto ontológico.

Su defensa a ultranza de la libertad, lo llevó a confrontarse, con diversas corrientes de pensamiento, entre las que destaca la disputa sostenida entre Sartre y el estructuralismo de Levi-Strauss,  respecto a la cuestión de quién era el sujeto de la historia, para Sartre, era el hombre, para Levi-Strauss la estructura que se entreteje de cultura e historia.

También combatió la interpretación de la dialéctica de la naturaleza como fuente del cambio revolucionario del marxismo dogmático, de donde los comunistas habían heredado, la noción de que la dialéctica de la historia era el reflejo del de la naturaleza, a esto Sartre opuso la tesis, de que si ello fuera cierto, el hombre no tendría ningún papel que desempeñar en el cambio revolucionario, Critica de la Razón Dialéctica.

Sartre, fue un escritor prolífico, existe la anécdota de que en cierta ocasión, el director de cine John Houston, acudió a Sartre para la elaboración de un guión, que Sartre, elaboró en 400 páginas de un día para otro, al final, Houston, tuvo que prescindir del guión elaborado por Sartre, debido a que sus dimensiones, no se ajustaban a los tiempos de filmación.

Semejantes proporciones presenta el Ser y la Nada  (L' étre et le néant), obra fundamental del existencialismo sartriano, en ella, comienza desmarcándose de la sombra del cogito cartesiano y de las dificultades que ello entraña, para la justificación de un mundo exterior a la conciencia, 

A diferencia de Descartes quien creía a la conciencia punto cardinal, por donde atraviesa la experiencia, para Sartre, el mundo es tal como es, sin mediación de imagen o apariencia.

Sartre, distingue entre una conciencia prerreflexiva y otra reflexiva, la primera se da, cuando contemplo directamente la belleza de una flor, la segunda, cuando soy consciente de estar contemplando a la flor, en el primer caso, hay una relación directa de sujeto a objeto, en el segundo, yo mismo me hago objeto de mi propia reflexión.

Sartre, toma de la fenomenología de Husserl la idea de la intencionalidad de la conciencia, (Husserl, a su vez, la toma de Franz Brentano), la conciencia es siempre conciencia de algo, para Sartre, ese algo es puesto de manera trascendente o exterior.

Los conceptos fundamentales del Ser y la Nada son, lo en sí (l' en-soi) y el para sí (le pour-soi).

Para Sartre, "El ser es, El ser es en sí, El ser es lo que es" ibidem, es la masa básica, sólida y uniforme, de la que a través de la teoría del mundo como el reino de los fines de Heidegger, hará  emerger el para sí o la conciencia (le pour-soi).

Por ejemplo, a la conciencia se le aparece una silla, en principio indeterminada del resto de la naturaleza, la conciencia igual le da en determinado momento a la organización de la madera el significado de una silla, pero también puede, en otro momento, instrumentalizarla como una pila de leña para la hoguera, sin que esto implique, que la silla, sea creada por la mera conciencia.

Sartre difiere de la identificación del Ser y No Ser de Hegel, sin que con ello tenga que renuncia a su dialéctica.

La conciencia o el para si, es el desgarramiento del ser, de lo que es, en un principio indiferenciado, que al rasgarse y emerger de su seno la conciencia, crea un distanciamiento del ser, pero este distanciamiento es la nada, porque la conciencia está vacía y apunta hacia fuera de ella, su objeto no está contenido en su interior, la conciencia es por tanto, El no ser.

El ser en sí, macizo y sin conciencia no puede ser libre, pero el para sí o la conciencia, separada del ser, libre de sus determinaciones, si lo es, en este contexto, el para si, es un huir de lo que fue a lo que será, en busca de realizar su ser, su intencionalidad siempre señala más allá de lo que es, y lo que es, es su pasado o facticidad.

Para Sartre, el pasado es lo en si, mientras nuestro presente es la nada, porque nuestra conciencia, siempre es conciencia de algo, y ese algo es, nuestra dimensión de futuro.

Por eso, nuestro ser, no es, lo que es y es lo que todavía no es, Sartre dixit.

Sartre concluirá "Uno es, lo que hace con lo que hicieron con uno", es decir, no importa el pasado,  el futuro depende de lo que hoy escojamos ser.

sotelo27@me.com























domingo, 7 de junio de 2015

El Criterio de Verdad.

En la historia de la Filosofía, la búsqueda de la verdad ha estado asociada mas que a la posesión de una gran afirmación, al descubrimiento de un método de investigación.

Con la generalización de la especialización de las ciencias, la búsqueda de la verdad en la Filosofía de Inglaterra, que siempre se había mostrado refractaria de las corrientes de pensamiento de cuño metafísico, quedo confinada, al estudio de la vinculación estructural del lenguaje con el mundo.

Desde el enfoque de la filosofía analítica (Russell, Wittgenstein) y Neopositivista del Círculo de Viena (Schlick, Carnap, Goddel), la verdad o falsedad no descansa en los hechos, sino en el significado de las proposiciones que construimos para referirnos a ellos.

Por ejemplo, analizando bajo el anterior criterio de verdad la siguiente frase que, en más de una ocasión, habremos escuchado, "nadie posee la verdad absoluta", no daremos cuenta de lo cierto de esto.

Si la verdad es la correspondencia o coherencia de lo afirmado con un hecho de la experiencia, hablar de verdades absolutas, carece de sentido, porque la experiencia de lo absoluto, queda más allá del campo de la sensibilidad humana, no existiendo una realidad a la que ataña tal hecho.

Pero contrario a los filósofos analíticos y neopositivistas, los filósofos idealistas de la filosofía alemana, mantenían la convicción, de que ya fuera por la intuición, o por la razón, se podía acceder a la realidad de la verdad  absoluta.

Con el mayor de los respetos, solo reservaban el uso de esta categoría, a la verdad mas alta o primera causa, nunca para referirse a cuestiones triviales o secundarias, esto porque las proposiciones del idealismo de tipo monista, no solo poseen consecuencias lógicas, sino también ontológicas, es decir, afirman como es en sí el Universo, no solo lo describen paralelamente a él.
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Por ejemplo, Hegel creyó dar con la verdad absoluta, bajo la forma de un proceso infinito de autodeterminación y de autoconciencia en lo absoluto (Universo), lo que le lleva afirmar "Lo Verdadero es el Todo!", conclusión que es consecuencia de reducir toda la experiencia a las operaciones de la conciencia.

A finales del siglo XIX y bajo la influencia del pragmatismo de J. S. Peirce, William James, sostenía que la verdad vive "en gran medida apoyada en un sistema de crédito".

Actualmente existe un sistema de inferencias lógicas establecido, que nos permite formular proposiciones  objetivas del mundo, pero tal vez mañana exista otro, que no necesariamente niegue el presente sino que lo profundice y complemente, como fue el paso de la física newtoniana a la de Einstein.

Ciertamente el campo de las definiciones de lo que es la verdad, sigue siendo un terreno en constante evolución, mas no es incierto, a medida que nuestro conocimiento del mundo progresa, los paradigmas bajo los cuales lo entendemos van cambiando.

Esto no significa que la verdad sea relativa, si por tal entendemos que queda sujeta al capricho personal o de una valoración subjetiva.

Las proposiciones que afirman o niegan un hecho, son falsas o verdaderas dentro de su marco de referencia, y solamente son relativas, porque al tener el conocimiento como fin, el conocimiento total de las cosas del mundo, en relación a tal fin, cualquier conocimiento parcial de la realidad es relativo, no por su verdad o falsedad, sino en tanto es, solo un momento antes de alcanzar el conocimiento absoluto, Bradley dixit.

Imposible dar una definición de una vez y para siempre de lo que es Verdad, en lo personal, me gusta pensar en la verdad como análoga a lo que es la función matemática, una relación dinámica dentro de un marco definido entre antecedente y consecuente, sin negar, el hecho de que a veces el uso de la intuición, incluso hasta el sentimiento, pueden ser correctos.

sotelo27@me.com 





domingo, 31 de mayo de 2015

Anular Votando.

En su obra El Superhombre de Masas, Umberto Eco, identifica como Anarco-conservador, a quien no admite ninguna propuesta política operativa, porque identifica los compromisos que ello implica, que afirma que toda la gente que se dedica a la política, lo único que hace es engañar al pueblo, que protesta contra los males de la sociedad, pero sobre todo, protesta contra los que protestan contra los males de la sociedad.

Para Eco el término designa aquel individuo que, bajo la máscara de una polémica dirigida contra los partidos políticos en nombre de una necesidad de mejorar, persigue, en realidad unos fines de carácter conservador, es un contestatario regresivo, un subversivo tradicionalista, L’uomo qualunque, El Superhombre de Masas Ídem.

En nuestro país, existe un movimiento de características similares; mismo que adquiere notoriedad, en cada proceso electoral y se aglutina en torno a la consigna de anular el voto, como expresión de rechazo a un sistema de partidos, que pocos resultados a dado a los problemas de representatividad.

Quienes están por anular el voto, se basan en un argumento bastante simple, sostienen que puesto que todos los políticos son iguales, no hay por quién votar.

Su justificación es un tanto arbitraria y tienden a desestimar las soluciones que otros tienen, consideran ser los únicos conscientes de los problemas sociales, en contraste con los crédulos engañados, por las mentiras de los partidos, por tanto, tienen la convicción de que la salida es anular; a lo que agregaría, para que todo siga igual, ya que prefieren esto que arriesgar.

Paradójicamente los que piden anular el voto, como señal de protesta contra el sistema de partidos, al mostrar unidad de propósito en un objetivo político, terminan por convertirse en aquello que buscan anular, porque en esencia, si un grupo de personas cuenta con un programa de acción y un objetivo político, aun cuando sea de carácter negativo, no han hecho sino erigirse en un partido, lo que evidencia su extravío conceptual.

Los que convocan anular el voto, parten de un diagnóstico equivocado, ya que no son los partidos, en tanto entidades ideales de organización política, los responsables de los desaciertos sociales, sino el uso indebido, patrimonialista y dinástico que de ellos se hace y esto solo se puede corregir, mediante el voto de castigo.

Contrario a lo que creen, la democracia se construye de manera optimista, afirmativa, asumiendo riesgos que en ninguna elección del mundo están ausentes, en razón de esto, es precisamente por lo cual el voto efectivo, es el mecanismo para dirigir nuestro destino.

De lo inconveniente que resulta anular, no existe mejor prueba, que la propia realidad, por ejemplo, históricamente nuestra sociedad a registrado altos índices de abstencionismo, 

Así como hoy se defiende, la idea de anular, antaño se hacía con la de abstenerse; si en el presente las cosas nos van mal, es en gran medida como consecuencia de no haber salido a votar anteriormente.

En nuestra sociedad, el sentimiento individualista se encuentra tan arraigado, que ha contribuido a que la idea de la responsabilidad compartida, sea un concepto extraño, tal vez por eso, los anulistas busquen, con esta acción poner a buen recaudo su parte responsabilidad.

En el fondo, la alternativa anulista, es más una acción estética y profiláctica, que una acción práctica, pretende ser el manifiesto idealizado del desprendimiento de lo mundano y aunque para estetas y ascetas pueda sonar atractivo, es del todo inconducente para el progreso de la vida social, en donde necesariamente se debe uno de salpicar con la realidad.

Por eso es insensato, seguir a los que por miedo al futuro piden anular el voto y con ello ayudar a mantener el estado actual, esperando que mediante el abstencionismo o anulismo se toquen el corazón, aquellos que han mostrado una reiterada insensibilidad a los ensordecedores reclamos de la sociedad.

Si algo hay que anular, es la desazón existente y esto solo es posible, saliendo a votar.

sotelo27@me.com






















 







domingo, 24 de mayo de 2015

Ciencia Contra Filosofía.

Con motivo de la publicación de  su obra El Gran Diseño, Stephen Hawking, declaró "Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo y se creó de la nada. La creación "espontánea" es la razón de que haya algo en lugar de nada, es la razón por la que existe el Universo".

Lo anterior le valió a Stephen Hawking, para derivar la consideración según la cual, la filosofía se volvia obsoleta ya que, las grandes preguntas de la humanidad, quedaban hoy contestadas por la ciencia.

Dicha opinión, fue secundado en algunos círculos, para los cuales la ciencia, en particular, la física de partículas, ofrecía la respuesta a la interrogante formulada desde tiempos de los presocráticos, a saber, ¿Cuál es el Ser de las cosas, sustrato en el que subyace al continuo flujo de cambios que experimenta la naturaleza?

Actualmente la física nos propone a la llamada partícula de Dios o Bosón de Higgs, como la unidad básica constitutiva de las partículas elementales que soportan toda nuestra realidad.


No obstante, debemos tener en cuenta que la teoría del Big Bang, preconizada en el Gran Diseño de Hawking, es completa solo al interior de su marco de referencia y de que, en la actualidad existen otras teorías, como la del gran rebote, y la teoría de cuerdas, igual de satisfactorias que aquella.

Pero volviendo al punto ¿es verdad que la filosofía ha perdido toda su pertinencia y no es mas que una reliquia de la historia?; Aristóteles dividía la Filosofía, en primera o metafísica, la cual se ocupa del ser, en tanto entidad mas simple e indeterminada y Filosofía segunda que se ocupa de todos los hechos en la naturaleza, ética, estética, etc.

Por tanto, carece de sentido dar por sentada la obsolescencia de la Filosofía, ya que esta, no solo se ocupa del ser del mundo, sino también, de una amplia gama de fenómenos humanos, y decir que la partícula elemental del Universo, es el Boson de Higgs, es decir nada, sobre el deber ser o la experiencia estética del hombre.

En realidad no existe una disputa o competencia como tal, entre la ciencia y la Filosofía, porque en el fondo, son actividades que se complementan, para Herbert Spencer, por ejemplo la filosofía y la ciencia, no difieren en sus objetos, sino en el grado de sus generalizaciones, y al tener la Filosofía como fin lo absoluto, sus generalizaciones serían mayores, pero no contrarias a las de la ciencia. 

Karl Pearson, consideraba que la ciencia en cuanto cuerpo de proposiciones, es una elaboración mental y que las leyes de la naturaleza son descripciones, mas no explicaciones últimas, mismas que se elaboran por economía del pensamiento, ya que, por cuanto se refiere a las entidades postuladas "Ningún físico a visto jamás un átomo".

Por último, Kant explica esta tendencia humana, que busca unificar el todo, en una sola proposición incondicionada, como el movimiento de la razón, que al operar por medio del juicio, busca una causa última o síntesis de todos los fenómenos del Universo, que por horror a una regresión infinita de causas, le ponga fin a la deducción por medio de un concepto límite, que sea causa y razón de su propio ser, sin necesidad de otro que explique su existencia, a este concepto algunos le llaman Dios, otros lo Absoluto y otros mas el Universo.

Como ocurre con la idea de lo Absoluto, que lleva implícito la idea de ser causa de su propia necesidad, zanjando, sin más, la cuestión, de que hay detrás de lo Absoluto, igual sucede con la idea de espontaneidad, introducida por Hawking como explicación de la creación del Universo, en realidad es un artificio retórico, porque el concepto anida en el mundo de la semántica y no en el de la experiencia.


Puede que tal vez, nunca conozcamos la razón última por la que existimos, sin embargo, la imposibilidad de alcanzar algún día la respuesta, no nos impide interrogarnos ¿porque existe algo y no, la nada?

Sotelo27@me.com









domingo, 17 de mayo de 2015

El Anacrónico Liberalismo en México.

Es llamativo el cambio de posición que, a lo largo de la historia experimentaron dos tendencias filosóficas, mas o menos contemporáneas, desde su origen enfrentadas, respecto a la interpretación del hombre y su vida social; por un lado, el romanticismo alemán, surgido como reacción a los inconvenientes de la era industrial y por otro, el liberalismo ingles, fundamento filosófico del capitalismo en ascenso, como sistema económico  hegemónico: al romanticismo se le considero en principio, un movimiento conservador y al liberalismo modernizador.

 

Sin embargo, a finales del siglo XIX, las cosas eran bastante diferentes, una vez evidenciados los estragos ocasionados por el industrialismo, que dio pie a diversas revueltas sociales como los movimientos ludista y cartista en Inglaterra, se resquebrajo la fe ciega en el liberalismoclásico, como justificación filosófica del sistema económicocapitalista mismo que, al asumir el carácter dominante, se transmuto en un sistema político conservador del statu quo.

 

Por el contrario, la critica elaborada por los primeros románticos HamannHerder, Rousseaupaso de un posición defensiva de la tradición a otra, en la que cuestionaba el orden establecido, pero en esta ocasión, tal orden social lo representaba la modernidad capitalista, por lo cual, algunas de sus criticas, adquirieron un talante progresista, como por ejemplo, la que señala la enajenación del individuo.

 

Esta perdida de vitalidad, no paso desapercibida dentro de los núcleos liberales de Inglaterra,  de donde surgió la necesidad de ponerlo al día, de tal modo que fuera capaz de legitimar el orden económico capitalista, para ello, echaron mano de algunos de los conceptos elaborados por Rousseau, por vía de la teoría del estado de Hegel, de aquí que, a este movimiento revitalizador del liberalismo se le llamara también neohegeliano.  

 

El liberalismo en su versión clásica, partió del error de la teoría estática de la económica, según la cual, basta con dejar actuar, sin interferencia o regulación legal alguna, a los individuos en el sistema de intercambio de bienes, para que las cosas sucedan como se espera; lo anterior en detrimento de la interpretación, también de origen ricardiana de la dinámica económica, basada en las leyes de la distribución de la riqueza, que sostiene que,  el mercado económico, no esta compuesto enteramente por individuos libres, sino por agentes económicos, que concentran poderes monopólicos, que dejados a su libre accionar, son causa de grandes desigualdades, 

 

La teoría de la distribución o dinámica de la riqueza, a diferencia de la utópica visión libre cambista de la interpretación estatica, presenta un cuadro nada halagüeño, pero cien por ciento realista, ya que se apoyaba, en la visión maltusiana de los rendimientos decrecientes, que prescribe que, a medida que mejoran las condiciones de vida, el aumento de la población nulifica su efecto, a no ser que, a esa nueva población se les margine del progreso, lo cual hace inevitable la lucha de clases en opinión de David Ricardo y posteriormente también de Marx.

 

Fue T.H. Green, Whyte Professor de Filosofía Moral en Oxford, quien se dio a la tarea de modernizar el liberalismo a finales del siglo XIX; Green penso, que podía paliar los efectos perniciosos del liberalismo clásico, mediante la reformulacion del concepto de libertad, fundamental en la teoría del libre mercado, el cual había sido heredado del utilitarismo de Bentham; para Bentham la libertad era de carácter negativo, significaba la simple ausencia de todarestricción o regulación legal, lo cual se avenía a los intereses de los que defendían el libre mercado, pero en opinión de Greenesto no podía ser, ya que la libertad, si en realidad era tal, tenia que ser afirmada en los hechos.

 

A partir de lo anterior y tomando como base, la teoría del estado de Hegel, según la cual, la verdadera libertad, es la mutua identificación de los fines del individuo y la sociedad o la unidad en la diferencia, es que Green, sostiene lo siguiente ¨La libertad es una concepción social, además de individual, se refiere a una cualidad de la sociedad y las personas que la integran, de aquí que, sea imposible un estado liberal, simplemente por permanecer al margen o de la inadvertencia política…la función del estado liberal, es apoyar la existencia de una sociedad libre y aunque el gobierno no puede hacer que la gente sea moral por ley, puede suprimir muchos de los obstáculos que pueden interferir en la vida de su desarrollo moral ¨.

 

Por lo cual para Green, libertad, no solo es la ausencia de regulación, sino también la eliminación de obstáculos que impidan el libre desarrollo de las facultades del individuo, y esto se logra mediante la intervención legislativa del estado, como por ejemplo al otorgar educación y salud gratuita o mediante legislaciones laborales que protejan al trabajador, de tal suerte, que el libre juego de las fuerzas del mercado, no impidan la plena realización de la gente, esta demás decir que estas ideas, están a la base del estado social europeo.

 

En su versión modernizada, el liberalismo, rescata el papel del estado para remediar las terribles desigualdades que produce el capitalismo, sin embargo, resulta curioso que en México, se aplique la interpretación primitiva del liberalismo clásico de hace doscientos años, que postula la supresión total del mismo en favor del mercado y lo que es peor aun, se presente con suma ignorancia, al rudimentario liberalismo, como teoría de modernidad y progreso.

 

sotelo27@me.com